Oramos por los nuevos CATECÚMENOS nacidos de la Pascua, que durante estos días recibirán los sacramentos de la iniciación cristiana. Qué los sacramentos recibidos no se queden en una mera ceremonia más sino que sean los que marquen su ser de cristiano.
El evangelio de hoy nos dice: «Hemos visto al Señor»
En nuestro mundo, a nuestro lado, están las otras PANDEMIAS del siglo XXI. Probablemente muy difíciles de erradicar, pandemias provocadas por la realidad del momento…vivir de espaldas a los demás y de sus realidades. LA PEOR DE LAS PANDEMIA ES LA INDIFERENCIA.
El Evangelio de hoy nos recuerda nuestra misión: SER SERVIDORES DE LOS DEMÁS » El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor.»
M. Josefa Campos nos diría:
«Obremos con caridad. Que esta virtud presida todos vuestros actos»
Oramos por todos los buenos sacerdotes, entregados hacer presente a CRISTO en medio de los hombres.
Oramos para que S. José sea el modelo de Padre y hermano en su orden sacerdotal.
«HACED ESTO EN MEMORIA MÍA»
M. Josefa Campos fue una mujer que amó, respetó y valoró el sacramento del orden sacerdotal hasta el extremo…su exquisitez espiritual hizo que el Instituto tenga siempre presente y ore por todos los sacerdotes de buena voluntad.
Oremos nosotros también para que los jóvenes respondan a la llamadas de Dios y sean fieles servidores de su Iglesia.
Como miembro de la FMJC me permito la licencia de dirigirme a cada uno de los que os sentís parte viva de esta familia.
Parece que todos teníamos mucha prisa por arrancar la hoja del calendario y dar paso a este nuevo año que muchos ya han bautizado como el de la esperanza, sin embargo, de ayer a hoy nada ha cambiado.
Recordar aquí y ahora lo vivido durante el año pasado sería eterno, pero yo sí que quiero pediros que por unos instantes miremos atrás y demos gracias porque seguimos aquí, porque hemos podido compartir presencialmente o en la distancia alegrías y tristezas, esperanzas y amarguras, pese a todos ESTAMOS AQUÍ….SEGUIMOS AQUÍ.
Como FAMILIA MADRE JOSEFA CAMPOS tenemos una gran misión en estos momentos en que la fatiga emocional de muchos hermanos nuestros va haciendo mella en la vida.
Es la hora de hacer todo lo posible por los que nos rodean, por los que nos necesitan, es el momento de ser un instrumento en manos de Dios para los demás, y cuando las fuerzas fallen, y las debilidades humanas aparezcan en nuestra vida pedir las fuerzas para lo imposible.
Cada día es un don, cada día es un milagro, cada día es una dar gracias por poder seguir y como miembros de esta familia, que todos seamos uno en la fe, la esperanza y la caridad.
Es la hora de la misión, es la hora de ser testigos de la verdad.
Bendecido Año Nuevo para toda la FAMILIA MADRE JOSEFA CAMPOS.
Hoy se cumplen 91 años de estancia de las Operarias Catequistas como comunidad en la ciudad de Picassent Valencia-España
Es un gozo poder celebrar desde la oración y la unión con Ntra. Madre Fundadora casi 100 años de servicio, donación y entrega por el Evangelio y la Catequesis.
Muchas felicidades al Instituto y a todas las Operarias Catequistas. Que el Señor siga bendiciendo esta obra con abundante vocaciones que puedan continuarla para bien de la humanidad y de la Iglesia.
En unión de la Pasión de Cristo y los Dolores de Ntra. Madre la Virgen María.
Raramente
cuando han pasado setenta años del tránsito de una persona a la casa del Padre
nos acordamos, sencillamente porque no queda mucha gente detrás que haga
memoria de su partida. Solo aquellas personas que han pasado por la vida
dejando una huella y un legado imborrable perduran en la memoria y en la
historia.
No
cabe duda de que Madre Josefa Campos está viva en la historia, en la vida y en
la memoria de sus hijas Operarias Catequistas y también en muchas personas que
con el tiempo han ido conociendo y profundizando en el carisma que ella
fielmente nos legó, para seguir un camino cargado de vida, de esperanza y de
infinita confianza puesta en Dios.
Las
palabras de alguien que la conoció y reconoció sus dones, que vio como daba
vida a la voluntad de Dios con su Obra son la mayor prueba de que M. Josefa
nació, vivió y murió a esta vida para vivir con Jesús porque ese sí que era su
verdadero cielo.
“No estéis tristes, pues
tenéis una santa en el cielo que os ayudará más que os ayudaba desde aquí.
Estad atentas y pensad en todos los actos qué es lo que ella hacía, cómo lo
hacía y con qué espíritu. Obrad en consecuencia y estad seguras que la Obra
ganará y crecerá como no tenéis idea ni podéis imaginar. El Señor os bendiga”.
Las
palabras dirigidas por D. Marcelino Olaechea a las Operarias Catequistas son el
fiel reflejo de haber conocido a una persona que hizo de toda su vida un camino
de santidad, consciente que el legado dejado a sus hijas iba a dar fruto y
fruto en abundancia.
Hoy,
es un día muy especial para el Instituto, pero también para todos los que de alguna
manera nos sentimos parte de este ser y sentir, es un día en el cual nos invita
a calzarnos las sandalias peregrinas por el sendero de la vida y como María,
como M. Josefa ponernos en camino para seguir haciendo presente a Cristo en
medio de los hombres. Es el momento de decir a todos me encanta mi heredad. M. Josefa en su testamento nos da la clave
espiritual: la oración, por todo y por todos y eso sí que desde nuestras
realidades es posible. Hoy en mi oración solo pido que el Instituto viva
nutrido de la fe, la esperanza y la caridad, y sobre todo viviendo de la raíz
para que camine con Jesús y así arda el corazón de cada Operaria Catequista, de
cada miembro de la Familia Madre Josefa Campos y podamos decir como Madre
Josefa “Hice Señor, lo que entendí ser tu voluntad y con el único fin de
agradarte”.
Hermanas,
feliz día, que Madre Josefa desde el cielo siga intercediendo por esta Obra que
es de Dios y que ha dejado en manos de cada una de las Operaria Catequista para
que sigan escondidas brillando únicamente por la humildad.