Acto seguido se procedió a la elección de Superiora General y nuevo Consejo. En paz, armonía y unidad desde la diversidad se realizaron las distintas votaciones quedando el Consejo del Instituto y superiora General como sigue

Por unanimidad queda elegida como Superiora General Madre Paula Caño Cortazar

Consejeras:

Hemos ido encendiendo pequeñas luces que representan cada uno de nuestros deseos par este encuentro.

Ha sido una oración compartida donde hemos expresado nuestras necesidades e inquietudes y que ahora compartimos con todos los que nos leéis.

Encedíamos una vela para que la luz del Espíritu nos guie, alumbre y acoja y dejemos que actúe en nosotras. Apartar la desconfianza y vivir en unidad.

Encendemos una luz que nos ayude a aceptar los cambios en nuestra vida, en nuestro Instituto y a vivir en salida dejando ir lo que nos impide caminar y dejando venir lo que nos impulsa a seguir adelante.

Encendemos una luz para que el Sr. nos ayude a tener los oídos bien abiertos para poder escuchar lo que quiere comunicarnos siendo siempre fieles al Carisma que Madre Josefa nos legó.

Enciende nuestro entusiasmo.

María, acompaña nuestra Asamblea Capitular como lo hiciste con los primeros discípulos.

Muchas más peticiones se elevaron a lo largo de toda la celebración. Recogemos finalmente la que más incidencia tuvo.

Deseamos vivir una apertura profunda al acontecer de Dios en nuestra vida y nuestro Instituto, aquí estamos, Señor, envíanos.

Deseamos afrontar este nuevo Capítulo General con una nueva mirada a través de una ventana abierta para ver la realidad de nuestras vidas, de nuestro mundo y de nuestro Instituto, en directo y realmente.

Deseamos tener miradas como a través de un espej, para ver nuestra propia realidad, nuestra propia imagen actual, como realidad virtual que nos ayuda a ver nuestra imagen tal y como la ve el mundo.

Queremos vivir en la esperanza que nos trae una Mujer que vive el misterio y la certidumbre desde la fe y desde el silencio, la aceptación y el compromiso y que contribuye a un cambio radical de la hostoria y la existencia humana.

Pedimos al Dios del don y la gracia que acompañe, junto a María Madre de todos, este caminar y que nuestro XIX Capítulo General sea una andadura a pie descalzo donde el Espíritu sea el que trace nuestro camino y nuestros pies sigan humildemente sus huellas.

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