En un momento marcado por el laicismo y carente de recursos humanos, informada del amplio campo de misión que ofrece la capital de España, Madrid, como consecuencia de la guerra civil y también por la inmigración llegada desde distintos lugares de España, Madre Josefa ve realizarse su deseo de trabajar aquí y el día 6 de noviembre de 1944 llegan las primeras hermanas que formarán la comunidad, siendo generosamente  acogidas en la casa que el sacerdote don Damián Bilbao compartía ya con su hermana .

   Desde este momento empieza la actividad pastoral de las hermanas en la diócesis. Trabajan en la parroquia enclavada en el entoces suburbio de Cuatro Caminos. Aquí organizan un centro de catequesis para niños y jóvenes, ayudándoles a abrirse camino en la vida a través de la formación humana y religiosa. Abrieron también en la parroquia una escuela dominical, a donde afluían jóvenes venidas de disitintos puntos de España a trabajar.. Aquí se les daba formación y orientación religiosa y después se les impartía cultura general y se les enseñaba corte y confección. Eran muchas las jóvenes que freceuntaban nuestra casa pasando grandes ratos con la comunidad. Muchas de ellas descubrieron aquí su vocación al seguimiento de Jesús.

   Al tiempo que se iba conociendo las necesidades de nuesta gente, se vio la urgencia de implantar el internado de niñas Doloretas. Desde que llegamos a Madrid, y en lo sucesivo, vimos en todo momento cómo el Señor se preocupaba de nosotras. San José, al que nuestra Madre Fundadora había confiado la protección de nuestro Instituto, nos iba acompañando en esta dificil pero bonita tarea de estar cerca de los más necesitados.

   Las hermanas en todo momento sienten la cercanía de Madre Josefa, que las anima a no desfallecer ante las dificultades y a seguir buscando una casa que reuna las condiciones, con el deseo de incrementar el número de niñas internas y ayudar a las familias necesitadas.

Tras un tiempo de búsqueda, se consigue comprar una casa en la C/ Luis Larraínza, 46 que parece reunir las condiciones necesarias para llevar a cabo nuestros proyectos de mision. La casa esá enclavada junto a la parroquia, también de nueva creación de la Asunción de Nuestra Señora.

   El día 14 de octubre de 1952, desde la parroquia y en procesión, es trasladado el Santísimo a nuestra capilla.

Otros de los fines de la comunidad fue implantar el aspirantado.

   Nuestra casa se en contraba en un barrio despoblado, donde muchas familias vivían en chabolas en condiciones muy precarias. Muy pronto las hermanas, empezaron a ejercer su apostolado y ayuda social. la planta baj se habilitó para desde ahi distribuir a las familias, cada día leche, legumbres, aceite, queso, etc.

   Si las Operarias Catequistas han experimentado en cada una de las casas del Instituto la gratuidad y la providencia de Dios en sus obras, una de las más  que se vio fue nuestra casa de madrid. Cada día era un nuevo despertar a la providencia y a la acción de graicias a Dios, que, con tanto amor nos cuidaba.

   En el año 1973, anexo al edificio ya existente, se incorpora un centro parvulario con mayor capacidad, bajo el título de Patrocino de S. José.

   Hoy, siguiendo las huellas de nuestra Madre Fundadora, seguimos dedicando nuestra vida y entrega a los más pequeños en el colegio y catequesis y continuamos construyendo el Reino de Dios en el corazón de nuestra España, Madrid. Nuestras puertas siguen abiertas para acoger a cuantas personas deseen conocernos y compartir con nosotras este carisma y esta misión tan necesarios hoy en nuestra sociedad y en nuestra Iglesia.

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