M. Josefa Campos 70 años con el padre

A mis hermanas Operarias Catequistas.

30 de junio de 2020

Raramente cuando han pasado setenta años del tránsito de una persona a la casa del Padre nos acordamos, sencillamente porque no queda mucha gente detrás que haga memoria de su partida. Solo aquellas personas que han pasado por la vida dejando una huella y un legado imborrable perduran en la memoria y en la historia.

No cabe duda de que Madre Josefa Campos está viva en la historia, en la vida y en la memoria de sus hijas Operarias Catequistas y también en muchas personas que con el tiempo han ido conociendo y profundizando en el carisma que ella fielmente nos legó, para seguir un camino cargado de vida, de esperanza y de infinita confianza puesta en Dios.

Las palabras de alguien que la conoció y reconoció sus dones, que vio como daba vida a la voluntad de Dios con su Obra son la mayor prueba de que M. Josefa nació, vivió y murió a esta vida para vivir con Jesús porque ese sí que era su verdadero cielo.

“No estéis tristes, pues tenéis una santa en el cielo que os ayudará más que os ayudaba desde aquí. Estad atentas y pensad en todos los actos qué es lo que ella hacía, cómo lo hacía y con qué espíritu. Obrad en consecuencia y estad seguras que la Obra ganará y crecerá como no tenéis idea ni podéis imaginar. El Señor os bendiga”.

Las palabras dirigidas por D. Marcelino Olaechea a las Operarias Catequistas son el fiel reflejo de haber conocido a una persona que hizo de toda su vida un camino de santidad, consciente que el legado dejado a sus hijas iba a dar fruto y fruto en abundancia.

Hoy, es un día muy especial para el Instituto, pero también para todos los que de alguna manera nos sentimos parte de este ser y sentir, es un día en el cual nos invita a calzarnos las sandalias peregrinas por el sendero de la vida y como María, como M. Josefa ponernos en camino para seguir haciendo presente a Cristo en medio de los hombres. Es el momento de decir a todos me encanta mi heredad.  M. Josefa en su testamento nos da la clave espiritual: la oración, por todo y por todos y eso sí que desde nuestras realidades es posible. Hoy en mi oración solo pido que el Instituto viva nutrido de la fe, la esperanza y la caridad, y sobre todo viviendo de la raíz para que camine con Jesús y así arda el corazón de cada Operaria Catequista, de cada miembro de la Familia Madre Josefa Campos y podamos decir como Madre Josefa “Hice Señor, lo que entendí ser tu voluntad y con el único fin de agradarte”.

Hermanas, feliz día, que Madre Josefa desde el cielo siga intercediendo por esta Obra que es de Dios y que ha dejado en manos de cada una de las Operaria Catequista para que sigan escondidas brillando únicamente por la humildad.

Que Dios las bendiga. Fraternalmente, M.R.S.

Agradecemos a todos los que habéis colaborado intensamente en la elaboración de este vídeo
Operarias Catequistas